RAMÓN CASAS: ICONO DE LA MODERNIDAD | EXPOSICIÓN CAIXAFORUM
Con motivo
del 150 aniversario del nacimiento de Ramón Casas, CaixaForum
de Madrid (Paseo del Prado, 36), acoge una exposición bajo el título “Ramón Casas, la modernidad anhelada”. Se
trata de una muestra que ya se había reunido en el Museo de Sitges (10
noviembre 2016-19 febrero 2017). La exposición, organizada por la Obra Social “la
Caixa” junto con el Museo Nacional d’Art y Museo de Sitges, reúne cerca de 150 obras de Casas y fotografías que
contextualizan el periodo cultural y social del momento. Se puede disfrutar desde
el 8 de marzo al 11 de junio.
RAMON CASAS I CARBÓ
(Barcelona,
4 de enero 1866-29 de febrero 1932). Es todo un referente del movimiento modernista
que venía a Cataluña de la vecina Francia. Perteneciente a la alta burguesía,
su vocación por la pintura despertó a temprana edad. A los 15 años iría a París
al taller de Carolus-Duran, donde se acercó al impresionismo de Manet. Es en
Paris conocerá a Santiago Rusiñol con el que compartirá vivienda y
estudio en el Moulin de la Galette. A partir de ese momento se influirá de la
obra e ilustraciones de Toulouse-Latrec o de Theophile Steinlen, y de la paleta
de Degas y de James McNeill Whistler, entre otros.
Ya en
Barcelona, comenzará a plasmar una perspectiva pictórica de marcado carácter
social, como se puede ver en sus obras Garrote vil o La carga.
Junto a un
amigo de la infancia (Pere Romeu), fundará en 1897, la cervecería Els 4 Gats
(Calle Montsió) que se convertirá en el centro del Modernismo español. En 1899
creará, junto a Miquel Utrillo, la
revista Pèl & Ploma, la más importante publicación del
Modernismo.
Durante este
periodo, Casas, se convierte en el retratista más destacado de la época;
tipología que compagina con la producción cartelística (Codorniú, Anís del Mono...). En 1905
traslada su vivienda del Paseo de Gracia, 94 en Barcelona a la ciudad de Madrid, donde es
solicitado por el rey Alfonso XIII para un retrato. En la capital, conocerá a
una vendedora de lotería, Julia Peraire, que se convertirá en su musa y amor.
Su pasión
por los adelantos técnicos (fotografía, automovilismo...), le hará contactar
con el coleccionista y filántropo Charles Deering (quien se asentará
en la ciudad de Sitges construyendo la residencia Palu Maricel), con quien
realiza varios viajes por Estados Unidos y Europa.
Con el
estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-19) Ramón Casas participa en la contienda a
favor de los aliados. No dejará de asistir a actividades artísticas y
exposiciones centrándose en la pintura de retrato e interiores.
Ramón Casas
i Carbó murió finalmente en su casa de Barcelona y está enterrado en el
cementerio de Montjuïc.
Su obra se
encuentra tanto en colecciones públicas como privadas. El Museo Nacional de
Arte de Catalunya, Museo del Cau Ferrat (Sitges), Museo de Montserrat, Museo
Comarcal de la Garrotxa (Olot), Museo Víctor Balaguer (Vilanova i la Geltrú),
el Museo del Modernismo (Barcelona), Museo Centro de Arte Reina Sofía o la
Colección Carmen Thyssen, acogen mayoritariamente su obra.
EXPOSICIÓN RAMÓN CASAS, LA MODERNIDAD ANHELADA
La muestra
consta de obras de Casas (pintura,
dibujos, carteles) a las que se suman 45
fotografías (Frederico Ballell, Antoni y Josep Esplugas), que ayudan a
contextualizar el periodo social y cultural que le tocó vivir al artista.
La exposición
se plantea a través del recorrido de 5
salas:
-LA
CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD ARTÍSTICA. Casas bebe de las fuentes del panorama artístico
internacional. Busca su identidad artística mientras juega con diferentes
estilos sin aparecer aún un lenguaje único y personal.
-LA POÉTICA DE
LA MULTITUD. Se trata de la llamada pintura de “crónica social” enlazada con la
pintura de historia. Casas, incorpora en su obra la multitud anónima, masas de héroes
sin individualismos que forman parte del acontecer histórico. Es aquí donde la
influencia de la fotografía (marco visual abierto, encuadre fragmentario, escenas que se suceden...) se
hace patente en el autor.
-LA PARADOJA
DEL ARTISTA MODERNO. Paradoja que se manifiesta por la convivencia de su visión
pictórica internacional a la par que el cultivo de la temática popular: escenas
taurinas, majas y toreros, circo, espectáculos populares... que a veces se ha
tildado de imagen estereotipada en la producción de Casas.
-LA PULSIÓN
BOHEMIA. Nos encontramos ahora en la época de la apertura de Els Quatre Gats, centro de un modelo alternativo donde la libertad
creativa tiene su espacio (muy en consonancia con Le Chat Noir de Paris). Es el lado bohemio de Casas, quien junto
con Romeu y Rusiñol dejan patente la crisis en el academicismo artístico que da
la espalda a las vanguardias.
-IDENTIDADES
AMBIVALENTES. En este espacio, se presenta el género que tanto cultivó el
artista: el retrato. La búsqueda de un ideal estético en la belleza femenina
sintoniza con la intención del estilo
1900 donde el hedonismo y lo sofisticado prevalece en la imagen cultural y
convive, de ahí la ambivalencia, con una nueva imagen de la mujer moderna,
deportista, culta, emancipada, lejos de estereotipos pretéritos. A su vez, se
presentan una serie de desnudos de gran atrevimiento.
Sin duda, otro pretexto para acercarnos a Madrid
Realizado por Marián Herrero
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